viernes, 19 de octubre de 2007

Al Practicante

Pablo está haciendo su práctica profesional, hace ya dos meses y medio. Y tengo que decir que me emociona verlo en ésta etapa y en ese rol, posesionado de un afán de hacer las cosas bien, de un compromiso y una humildad al mismo tiempo que cuesta ver en los profesionales en general.
El poner a las personas como centro del quehacer y no en la nota, (o la plata que podría ser más adelante) es lo que, para mí, distingue al prácticante comprometido del que quiere terminar luego. El no hacerle el quite a casos complejos, el observar y escuchar los consejos de los supervisores y a la vez saberse y sentirse capaz de ayudar a otro desde su formación. Es gratificante. después de tantos años de asistir a clases y de quemarse las pestañas (casi literalmente) estudiando de noche, sólo porque se tiene una firme convicción y vocación de ser psicólogo y comprobar que si se tiene "dedos para el piano" (aunque yo lo sabía hace tiempo).
En fin el ver a Pablo y sus compañeros tan bien insertos en su práctica me renueva como profesional, me trae recuerdos de mis propios sueños como practicante y aunque nunca he renunciado a ellos, es bueno sentir que sintonizo con ellos que no soy de las que piensa que hay que dedicarse a ganar plata. Todavía tengo ganas de cambiar el mundo y cada persona a la que he servido, cada comunidad que pudo mejorar con un proyecto en que yo trabajé, cada familia que superó un obstáculo con mi intervención me muestra que sigo en el camino que elegí cuando era estudiante y practicante.

Felicitaciones y energías a Pablo, Ingrid, Karin, Mario, Naty, Paloma, Vilma, Mauricio, Marcos, Karina, Marcia (perdonen si se me olvida alguien). Les dedico ésta canción que canta Mercedes Sosa (ojalá tengan oportunidad de escucharla).

Corazón de Estudiante

(Milton Nascimento)

Quiero hablarles de una cosa
como sangre de esperanza,
que respira en nuestro pecho
y se mece como el mar.
Duerme siempre a nuestro lado
y acaricia nuestras manos.
Es pasión de libertad
y juventud, es mi amor.

¿Cuántas veces su retoño
me arrancaba del camino?
¿Cuántas veces su destino
fue torcido hasta el dolor?
Mas volvió con su esperanza,
con su aurora a cada día.
Y hay que cuidar de ese brote
para salvar a los dos:
flor y fruto.

Corazón de estudiante
hay que cuidar de la vida
hay que cuidar de este mundo,
comprender a los amigos.
Alegría y muchos sueños
iluminando los caminos.
Verdes, planta y sentimiento,
hoja, corazón, juventud
y fe.

martes, 9 de octubre de 2007

De Peñalolén a Maringwe

Cuando estaba en tercer año de Trabajo Social, con una compañeras de la U que participabamos en la Pastoral y en la Vicaría Universitaria, fuimos a Peñalolén convocadas por un cura que estaba a cargo de la capilla Sta. Teresita. Era la época de la Toma de Peñalolén (que estaba al final de Grecia donde ya no había calle). Este cura era Roberto Guzmán, nos llevó a recorrer los campamentos y formamos un grupo de alfabetización de adultos. También se formó un jardín infantil a cargo de las propias madres que inicialmente se formaron como guardadoras, el Jardin Infantil "Hueñitrai."
Luego de ese año supe que Roberto Guzmán se iba como misionero a África, y sólo hace unos dos años me empezaron a llegar por mail unas cartas en que él contaba lo que está pasando con el agua y la pobreza en Mozambique.
Uno desde acá se siente muy lejos de los problemas de otros continentes, y si miramos en Chile todavía hay mucho que hacer por superar las injusticias sociales. Pero allá hay un chileno que está pidiendo que no seamos insensibles a lo que allá ocurre. Si de verdad creemos que Dios es nuestro Padre y estamos en una sola Tierra, entonces no podemos desconocer lo que pasa a nuestros hermanos.
Los invito a visitar la página de la Corporación Mozambique en la columna de Solidaridad de éste blog y luego ... Dios ayudará a que se abran caminos.